¡Todos hemos superado el mes de mayo! Tomémonos un momento para honrar todo lo que hemos superado. Para mí, este mes ha tenido incertidumbre, retos y mucho tiempo en casa. En algunos momentos me sentí inspirada y esperanzada, y en otros me sentí abrumada y harta (y algunos de estos sentimientos perduraron más de lo que esperaba). Mientras me sentaba y dejaba espacio para todas estas partes, recordé la importancia de la autocompasión.
Puede que ya estés familiarizado con la frase o puede que te estés preguntando «¿qué demonios es eso?». La autocompasión es la práctica de concederte a ti mismo la gracia que concedes a los demás, en momentos en los que te sientes inadecuado, avergonzado y autocrítico. Para practicar la autocompasión, debemos estar en sintonía con nuestros procesos internos; debemos considerar la forma en que nos hablamos a nosotros mismos, cómo afrontamos los retos y la forma en que nuestra autoconversación nos hace sentir sobre nosotros mismos.
En el espíritu de conectar con nosotros mismos y utilizar nuestros diarios para hacer frente a esta pandemia, ofrezco estas pistas para que todos reflexionemos: Cuando oigo la palabra «autocompasión», ¿qué me viene a la mente? ¿Estoy prestando atención a mi mundo interior? ¿Cómo afecta la forma en que me hablo a mí mismo a cómo me siento? ¿Cómo sería practicar la autocompasión en mi vida?
Al responder a estas preguntas, espero que se pongan de manifiesto algunos de tus pensamientos y sentimientos automáticos. Esto podría ayudarte a reconocer lo que ya estás haciendo bien, y también permitirte empezar a hacer pequeños cambios que te permitan extender la amabilidad, la paciencia y el amor hacia ti mismo. Cada día que practicamos la autocompasión, nos permitimos sentarnos y abrazar todos nuestros sentimientos, tanto positivos como negativos; estamos profundizando en nuestra comprensión y honrándonos a nosotros mismos de forma holística.
Si descubres que pasar por este tema ha sacado a la luz cosas que necesitas ayuda para procesar, ¡Latinx Talk Therapy está aquí!