En muchas familias Latinx, el amor y el sacrificio están profundamente entrelazados. Se nos enseña que ser una “buena” hija, hijo, pareja o amigo significa decir sí a los favores, a las responsabilidades adicionales, a mantener la paz. Con el tiempo, decir sí se vuelve automático. ¿Decir no? Se siente egoísta, irrespetuoso o incluso peligroso.
Pero esta es la verdad: decir no no es rechazo. Es una forma de honestidad. No es un muro, es una puerta. Permite que entre lo que te nutre y mantiene fuera lo que te agota.
Decir no es como colocar una valla suave alrededor de tu jardín. No te estás cerrando, estás protegiendo lo que está creciendo. Los límites ayudan a que el amor se sienta sostenible, no sofocante.
Por qué decir no se siente tan difícil
Miedo a ser visto como un desagradecido: “Después de todo lo que han hecho por mí…”
Culpa por poner tus necesidades primero: “Mejor me aguanto. No quiero incomodar a nadie.”
Preocupación por perder amor o conexión: “Si no ayudo, me van a dejar de buscar.”
Estos pensamientos son comprensibles. Provienen de profundos valores culturales y familiares en torno a la lealtad y el servicio. Pero cuando decir sí tiene el costo de tu paz, energía o verdad, deja de ser amor y se convierte en una actuación.
Cómo desafiar tus pensamientos
En lugar de: “Si digo que no, van a pensar que soy egoísta. Mejor aguanto.”
Intenta: “Estoy cuidando mi energía para poder mostrarme con amor. Decir que no también es un acto de amor.”
En lugar de: “No quiero decepcionar a mi mamá. Siempre cuento con ella.”
Intenta: “Puedo amar a mi mamá y decirle que necesito tiempo para mí. Amor con límites sigue siendo amor.”
En lugar de: “Si digo que no, me van a dejar de invitar o confiar en mí.”
Intenta: “Quien me quiere, respetará mis límites. Y si no, quizá no era conexión, era obligación.”
Formas amables de practicar decir no
- “Gracias por pensar en mí, pero no puedo esta vez.”
- “Realmente quiero ayudar, pero no estoy disponible ahora mismo.”
- “No puedo, pero te deseo lo mejor con eso.”
- “Eso no me viene bien, pero me importas.”
Conclusión
Decir que no no te hace mala persona. Te hace persona completa. Whole. Merecedora de espacio, descanso y conexión real. No tienes que seguir estirándote más allá de tu límite para demostrar que te importa. Puedes decir no and permanecer arraigado en el amor.